"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Entrevista
Anxo Queiruga, presidente de Cogami (Confederación Gallega de Personas con Discapacidad)
“La fuerza de Cogami reside en su red comarcal y en la transparencia en la gestión de recursos”
21/06/2019
Blanca Abella - Imágenes: Jorge Villa
Hace escasas semanas Anxo Queiruga fue reelegido presidente de Cogami, que agrupa a 54 entidades y 11.500 personas asociadas. Son 12 años en esta responsabilidad, que compagina desde hace tres con la presidencia de Cocemfe y la vicepresidencia del CERMI Estatal, pero en realidad suma ya 29 en la confederación gallega y habla de Cogami como si de su familia se tratara, de su vida, su aldea y alrededores. Afirma que la clave de la buena marcha de Cogami es la transparencia, el compromiso, la unión de todos los trabajadores y la profesionalidad.
¿Qué tienen de peculiar Galicia y, en particular, una confederación como Cogami, que está presente en todo el territorio?
En Galicia tenemos más de 30.000 núcleos de población, mucha dispersión que dificulta el orden y la puesta en marcha de servicios para atender, sobre todo, en el ámbito rural, pero Cogami hizo una apuesta decidida por tener una asociación en cada Comarca y ese modelo de prestación de servicios por comarcas es una de las claves del éxito. El acierto fue ese, aglutinar y luego ordenar, y la fuerza de Cogami reside en esa red comarcal de entidades y en el conocimiento del reparto de recursos, en la transparencia, la gente sabe por qué destinamos un determinado recurso a un fin o a otro, las entidades entienden perfectamente la gestión porque la conocen.
¿Cómo se gestiona una red tan amplia y cómo es el trabajo de un presidente en ese sentido?
En Cogami impulsamos un área que llamamos FMA (Fortalecimiento del Movimiento Asociativo) y es la clave de todo. Está formada por personas que llevan muchos años, con un conocimiento muy exhaustivo de todas las entidades y una relación directa en el día a día. Ese departamento da apoyo a las entidades para lanzar un proyecto, homologar un centro, hacer una reunión técnica en el ayuntamiento, para lo que se necesite, pero además, si cualquiera de las entidades requiere un recurso económico, financiero, de informática, de información o asesoramiento de Cogami, se canaliza por ahí, o bien si se necesita apoyo institucional de cualquier dirigente de la entidad, también lo canaliza la FMA.
También es importante la confianza generada en el apoyo institucional con las diputaciones provinciales, con las que Cogami negocia todo lo que necesitan las entidades en la provincia. El diálogo corresponde al presidente y vicepresidente de Cogami junto con el presidente provincial.
¿Cómo mantiene ahora, desde Madrid, esa unión y relación continua?
No es fácil, tenemos buenos delegados, presidentes provinciales y gente muy comprometida, pero hay que sentarse de vez en cuando alrededor de una mesa y escucharnos unos a otros. Esa es una fortaleza pero además se respeta mucho el criterio técnico, desde siempre. A la hora de establecer el plan de prioridades o el reparto de los proyectos del 0.7%, por ejemplo, siempre se decide con criterios única y exclusivamente técnicos.
Tras 12 años de presidencia en Cogami, ¿cómo resumiría su experiencia en la relación con los gobiernos o representantes de la administración?
Tenemos mucha relación con todos desde siempre. Esta idea la heredé del que fue nuestro presidente fundador, Domingos Dosil, que siempre decía que hay que tener relación con Gobierno y con oposición, ambos son importantes y así lo mantuvimos. Con la administración autonómica tenemos relación día a día, nos conocen y hay confianza, trabajo, conocimiento mutuo y muchos años haciendo las cosas con honradez. Eso es algo clave y genera confianza, la transparencia en la gestión de lo público y el reparto de recursos. Cogami tiene 1.100 trabajadores, el 92% somos personas con discapacidad. En la parte empresarial trabajan casi 800 personas y en la social casi 300. Está muy implantado en todo el territorio, tiene mucha capilaridad y por lo tanto nos conoce todo el mundo y nosotros conocemos a todo el mundo.
¿De dónde viene esa relación especial de Cogami con las diputaciones provinciales?
Empezamos a trabajar con ellas sobre todo hace 11-12 años, a partir de la crisis económica. Fue muy necesario fortalecer esa relación y hay muchos servicios que hoy tienen Cogami y sus entidades en funcionamiento gracias a las diputaciones provinciales, como es el servicio de intermediación laboral, un servicio muy potente. Tenemos 30.000 personas como demandantes de empleo en nuestra base de datos y hay 50 profesionales trabajando desde el año 96. El año pasado este servicio de Cogami encontró trabajo a 2.300 personas con discapacidad.
Además de contar con ese potente servicio, ¿cómo se logran datos buenos de empleo en tiempos difíciles?
Otra vía para recuperarnos de los efectos de la crisis fue reinventarnos. Pusimos en marcha un área que llamamos de fondos propios, que presta una serie de servicios a clientes que no tienen que ver con las personas con discapacidad. Por ejemplo, tras un cambio de Gobierno en la Xunta se dejó una red de centros para mayores construida pero sin poner en marcha y salieron concursos para la gestión y nos presentamos porque teníamos experiencia de muchos años en atención a personas. Empezamos gestionando seis centros de día, el primer año fue difícil, pero hoy gestionamos 14. Y eso nos llevó a otra sinergia, que es la prestación del servicio de transporte adaptado, ya que teníamos una serie de vehículos pero había que calificarse como empresa de transporte y así lo hicimos.
También creamos una ETT (Empresa de Trabajo Temporal) tras un gran debate interno, una ETT social. Había un sector conservero, muy abundante en Galicia, pero ahí no se contrataba a personas con discapacidad, al igual que en el sector bancario. Hace 10 años que creamos la ETT y mantenemos una serie de contrataciones con conserveras impensable al principio. La ETT les da más seguridad porque si algún trabajador no funciona o no les gusta, les proporcionamos un cambio. Hoy en banca trabajan 40 personas, que comenzaron con la ETT y luego son contratados directamente.
¿Ha cambiado con Cogami la idea que persiste todavía en tantos ámbitos sobre el empleo de personas con discapacidad?
Hay gente que sigue pensando que al ser un Centro Especial de Empleo nuestro servicio vale la mitad, pero hemos trabajado mucho para profesionalizar cada una de las empresas y tener algo competitivo en el mercado. Todavía tenemos que demostrar que somos profesionales, pero les enseñas el trabajo y se convencen. Cambiar ese paradigma a nivel interno también fue muy importante y hay un gran nivel de exigencia porque no queremos que nadie nos diga que nos han contratado porque los trabajadores tienen discapacidad. Nuestra empresa de jardinería, por ejemplo, que emplea a 55 personas, tiene un 70% de clientes que trabajan en alto standing, no es administración, escapamos mucho de eso, sobre todo lo aprendimos en la crisis. Estamos incidiendo en eso. Una vez que hemos logrado la posición actual queremos que vean lo que hacemos, porque nuestro objetivo no es un reparto de dividendos en un consejo de administración, nuestro objetivo es seguir generando empleo para nuestra gente. Con la madurez que tenemos a día de hoy, la clave de Cogami es que tiene un equipo profesional y humano de diez.
El empleo para personas con discapacidad en empresas ordinarias es una de vuestras líneas de trabajo desde hace tiempo, ¿cómo gestiona Cogami esta cuestión?
Es nuestra herramienta clave, la mayoría del empleo que crea nuestro servicio de intermediación laboral, más de un 90%, es en la empresa ordinaria y somos centro asociado al servicio público de empleo en Galicia. También tenemos centros de formación y capacitación y el año pasado formamos a unas 1.300 personas con discapacidad y destinamos muchos recursos al ámbito rural.
¿Cuál es la situación de la mujer con discapacidad en Galicia y de qué manera participan en las organizaciones?
Es un área que Cogami ha impulsado en los últimos 8 años de manera muy decidida, y existe ya un movimiento de mujeres imparable, mujeres peleonas y luchadoras, como nuestra vicepresidenta, que es también vicepresidenta de la federación de Lugo y presienta de la asociación de mujeres con discapacidad a nivel autonómico. Ellas han puesto en marcha una serie de programas necesarios para tener una radiografía y conocimiento de cuál es la situación de las mujeres y niñas con discapacidad, también en el ámbito rural, o sobre los temas de violencia y acoso. Esta asociación, que se llama Acadar, tiene ya una estructura en funcionamiento con seis profesionales y hacen varios programas con el área de Cogami de Mujer y Discapacidad que mueve a más de 200 mujeres. Así pues toda la cuestión del empoderamiento está ya interiorizada y las mujeres de Acadar son capaces de transmitir esa visión de manera transversal a Cogami. Acadar tiene también una interlocución muy directa con la administración, trabajo mucho con la secretaría general de Igualdad y participa en un montón de foros e incluso en un proyecto europeo de manera conjunta con Cogami.
¿Cuánto tiempo cree que seguirá al frente de Cogami? ¿Considera necesario un relevo?
Sí, quiero que el relevo sea pronto y seguir en Cogami para lo que sea de utilidad. De hecho, se lo planteamos a la vicepresidenta en esta ocasión, pero decidió no aceptar. Lo cierto es que mi mejor época de Cogami fueron los 8 años de vicepresidente, porque la cabeza está más descansada que con la presidencia. Pero sí es necesario el relevo porque las organizaciones necesitan que les entre frescura y que entre gente que no está en el día a día. Es bueno cambiar de perspectiva.